18 marzo, 2021

Hablar del cuerpo es hablar de vida

Hablar del cuerpo es hablar de algo efímero; tan vivo, que anda por las estaciones como semilla que se convertirá en planta y que dará un fruto, también que morirá.

El cuerpo nos permite descubrir la vida a través de los sentidos y comunicarnos con ella.

¡Siento estimación y respeto hacia mi cuerpo que vive, que cambia, que florece!

 

Pero no siempre ha sido así. Con un mundo interior confuso, agitado, asustado… donde se almacena demasiada culpa, responsabilidad, expectativas… puedes intentar “resolverlo todo”, dedicándote ferozmente a ser alguien que no eres.

Puedes perder de vista tu esencia y obcecarte en cambiar las formas de tu cuerpo. Buscando la paz, la alegría o el amor, puedes, completamente equivocada, dejar de comer, hacer ejercicio en exceso o toda clase de maniobras para conseguir tu hito. Puedes alejarte de todo. Entonces la vida, dejar de ser aquel transcurso de tiempo y experiencias, para pasar a ser como la película «el día de la marmota».

Yo repetía todas aquellas conductas obsesivas incansablemente, buscando soluciones que nunca llegaban. El malestar fue en aumento, el carácter se me volvió oscuro, el cierre fue asfixiante. Una lucha, una disociación, muy lejos de la Marina de hoy. Odiaba mi cuerpo.

Un TCA es el conjunto de piezas de un puzzle, todavía por hacer. Cuando te lo encuentras, no sabes por dónde empezar, ni cómo es posible que esté tan desordenado, no encuentras algunas piezas… Y realmente son muchas las que no están en su lugar. Tendrás que revisar algunas emociones y escuchar qué pensamientos las están generando. Tendrás que cuestionar estos pensamientos y quizás también tendrás que revisar tus valores, tus prioridades, tu entorno. ¡Quizás acabes haciendo un máster al conocer quién eres y lo que te ha pasado! Puede ser muy interesante y muy revelador. Puede aportarte las herramientas que te acompañarán siempre, para hacerte la vida más fácil.

 

Hablar de superar un TCA, es hablar de reconciliación. Recuperar el respecto a tu cuerpo, aceptar sus cambios y valorarlo.

Hablar de superar un TCA, es hablar de escucha interna, de no juicio, de humildad y aceptación. Dar cabida a los matices que te depara la vida, dar cabida a cada miedo, a cada deseo, a la confusión de la mente, al dolor y a las lágrimas, a la alegría y al amor.

 

La Marina de hoy se siente agradecida en su cuerpo lleno de vida…