¿Se pueden prevenir los TCA?

Las intervenciones que se llevan a cabo en el marco de la prevención de los trastornos de la conducta alimentaria, como la anorexia y la bulimia nerviosas, dirigidas a adolescentes y jóvenes, deben cumplir unas condiciones que garanticen su calidad y los buenos resultados.

Para conseguir que la intervención sea de calidad es fundamental que reúna dos condiciones:

1. Prevención Inespecífica

Hace unos años se pensaba que la mejor manera de prevenir los trastornos de la conducta alimentaria era hablando específicamente sobre qué son estas enfermedades, qué conductas hacen las personas afectadas por un trastorno de este tipo… Pero pronto se constató que este procedimiento podía acabar obteniendo resultados no deseados, especialmente entre aquellos jóvenes que ya presentaban cierta predisposición a desarrollar un trastorno de la conducta alimentaria. Dicho de manera sencilla, toda esta información tan explícita sobre la patología parecía «dar ideas» a los jóvenes y aumentar su curiosidad por las conductas de riesgo relacionadas con la alimentación y el cuerpo.

En estos momentos, la línea de prevención que se ha constatado más efectiva es la prevención inespecífica. Esta estrategia de intervención tiene como objetivo favorecer el desarrollo de habilidades y de recursos que permitan el crecimiento integral de los niños y los adolescentes. Estas estrategias y habilidades (autoestima saludable, habilidades sociales, una imagen corporal positiva, sentido crítico hacia la presión social, fomento de un estilo de vida saludable, etc.), se pueden aplicar a muchas situaciones de la vida de los jóvenes. Promover estos factores de protección resulta efectivo para hacer más resistentes a los chicos y chicas ante un posible trastorno de la conducta alimentaria.

 2. Experiencia de los profesionales que dinamizan la actividad

Los profesionales que están más capacitados (por formación académica y experiencia laboral) para hacer las intervenciones preventivas de los trastornos de la conducta alimentaria son psicólogos y psiquiatras especializados en trastornos del comportamiento alimentario.

¿Qué herramientas podemos utilizar para fomentar la protección de nuestros jóvenes ante los TCA?

Intervenciones en educación del criticismo hacia los medios de comunicación. Hace referencia a actuaciones destinadas a hacer comprender correctamente a los adolescentes los mensajes que recibimos por parte de la sociedad y los medios de comunicación, para que puedan «descodificarlos» correctamente y puedan crear un pensamiento crítico hacia la figura, el peso y las dietas, buscando el autoconocimiento y la autoaceptación.

Intervenciones focalizadas a eliminar factores de riesgo. Tiene como objetivo reducir la influencia de los factores de riesgo como pueden ser la interiorización del ideal de belleza, la preocupación excesiva por el peso, hacer dieta restrictiva, la baja autoestima o el perfeccionismo, y promocionar actitudes protectoras como la adquisición de una imagen corporal positiva, el trabajo en habilidades sociales, la adquisición de técnicas de resolución de problemas, la mejora de la asertividad o la adquisición de habilidades para hacer frente a la presión social.

Para fortalecer al sujeto y eliminar los factores de riesgo frente a la enfermedad se recomiendan programas que inciden en:

  • Aumentar la capacidad para evaluar, aceptando o rechazando, la importancia de los factores sociales.
  • Educar en una actitud crítica ante la presión de los estereotipos culturales.
  • Aclarar y jerarquizar los valores personales.
  • Aumentar la resistencia individual ante la presión de los medios de comunicación.
  • Objetivar capacidades y expectativas para fortalecer la autoestima.
  • Potenciar la autoestima de los hijos, para conseguirlo es eficiente elogiarlos por como son y reforzar positivamente por todo lo que tiene que ver con su personalidad y sus habilidades en lugar de lo que tiene que ver con la apariencia física.

Autoestima

La autoestima es un concepto complejo que se encuentra directamente relacionado con el autoconcepto, es decir con esta idea de que la persona tiene interiorizada alrededor de todos sus pensamientos y creencias sobre sí misma. Todos estos elementos que forman el autoconcepto son fruto de un análisis, valoración e interpretación que hace la persona de sí misma teniendo en cuenta los factores de personalidad individuales y la interacción con el entorno. En este sentido, la autoestima se relaciona con todas las emociones, sentimientos y sensaciones dirigidos a uno mismo, resultantes del autoconcepto y de la percepción de valía sobre uno mismo.

¿Porque es importante tener una buena autoestima?

Una autoestima saludable es fundamental y favorece:

  • Un mejor estado de ánimo y estado de bienestar general.
  • Motivación y energía para lograr metas y superar de forma saludable los fracasos.
  • Es un factor de protección inespecífico. Es decir, reduce la probabilidad de sufrir problemas de carácter psicológico y social de manera general.
  • Respeto hacia uno mismo, posicionándose desde un comportamiento digno hacia uno mismo.
  • Capacidad de autocuidado y de proteger los propios intereses legítimos y derechos.
  • Hacer uso de las propias habilidades y capacidad con satisfacción.

 

¿Qué es necesario para tener una buena autoestima?

  • Tomar conciencia y aceptarnos tal como son, aprendiendo a querer aquellas partes de nosotros que nos gustan y también las que no.
  • Hacer una valoración positiva de nuestra persona.
  • Aceptar los errores y fracasos como algo natural de la existencia humana.  «Darse permiso para equivocarse».
  • Plantear metas realistas y alcanzables, la persecución de metas    excesivamente elevadas puede conllevar sentimientos de frustración.
  • Reconocer la propia valía y el mérito de ser amado y respetado por los demás.
  • Favorecer una imagen corporal positiva, enseñándoles a aceptar las diferencias entre las personas y a respetar a todo el mundo independientemente de cómo es su aspecto físico.

 

Imagen corporal

La imagen corporal es la representación mental que cada persona tiene sobre su propio aspecto físico. Es cómo la persona se ve a sí misma y cómo se percibe cuando se mira en el espejo, es decir, cómo la persona cree que es. La imagen corporal también tiene que ver con los sentimientos y emociones que experimenta la persona respecto a cómo percibe su físico, cómo se siente con y dentro de su propio cuerpo.

¿Cómo es una imagen corporal positiva?

  • La persona tiene una percepción clara y real sobre cómo es su cuerpo.
  • Es capaz de valorar y apreciar su cuerpo, siendo consciente de que sólo es una parte de su conjunto como persona y que otros aspectos, como la personalidad, tienen un valor más importante a la hora de definir su identidad.
  • Se siente seguro/a y cómodo/a dentro de su propio cuerpo.
  • ¿Cómo es una imagen corporal negativa?
  • La persona tiene una percepción distorsionada de su cuerpo, viéndolo diferente de cómo es realmente.
  • Se siente ansioso/a y avergonzado/a de sí mismo/a y de cómo es su físico.
  • Se siente incómodo y angustiado dentro de su propio cuerpo.

 

¿Cómo se desarrolla la imagen corporal?

El desarrollo de la imagen corporal depende en gran medida de nosotros mismos, pero inevitablemente se ve influenciada también por las personas de nuestro entorno y por la sociedad en general. A menudo recibimos mensajes, explícitos e implícitos, de familiares y amigos sobre nuestro cuerpo y sobre el valor de la imagen en la actualidad. Los medios de comunicación también nos envían mensajes sobre la importancia de la imagen y el culto al cuerpo, a menudo mensajes con una influencia muy negativa en el desarrollo de nuestra imagen corporal, ya que suelen mostrar como modelos de belleza cuerpos irreales e inalcanzables.

A parte de los diferentes agentes que se ven implicados en el desarrollo de la imagen corporal, hay otro factor que incide en ésta: el proceso natural de crecimiento y envejecimiento de las personas. Etapas vitales como la pubertad o la menopausia pueden alterar la imagen corporal de la persona, ya que cuando nuestro cuerpo cambia experimentamos cambios en nuestras emociones y sentimientos también.

 

Imagen Corporal y TCA

Las personas con una imagen corporal negativa tienen más riesgo de padecer un TCA, así como de tener una baja autoestima, síntomas depresivos y aislarse socialmente. La clave para tener una imagen corporal positiva que favorezca nuestro bienestar es aceptar la forma natural de nuestro cuerpo, dominar las emociones y pensamientos negativos sobre el aspecto físico, y legitimar nuestro cuerpo y a nosotros mismos como personas valiosas y dignas de ser queridas.

 

¿Qué puedo hacer para mejorar mi imagen corporal?

No podemos cambiar nuestro cuerpo, pero podemos hacer varias cosas para mejorar cómo nos vemos. Es importante recordar que lo que realmente importa es cómo nos sentimos con nuestro propio cuerpo, no cómo es en realidad. Hablar con una persona de confianza, como un familiar o un amigo, sobre los sentimientos que tenemos hacia nuestro cuerpo puede ayudarnos a sentirnos mejor. En casos en los que la imagen corporal está asociada a una insatisfacción profunda es recomendable realizar terapia con un profesional de la salud mental.

Consejos para tener una imagen corporal positiva:

  • Haz una lista de cosas positivas de ti mismo/a que no tengan nada que ver con el físico.
  • Rodéate de personas que te respeten y te hagan sentir cómodo/a.
  • Trata a tu cuerpo con respeto y amabilidad, ¡no lo maltrates!
  • Promover hábitos alimenticios y un estilo de vida saludable.
  • Ama y acepta tu cuerpo. No olvides que existen características que no podemos modificar. Nos vienen dadas por la suma de factores genéticos y del entorno. ¡Ámalo y cuídalo! Él será el vehículo imprescindible para vivir tu vida plenamente.

 

Mantener una alimentación equilibrada, la práctica habitual de ejercicio físico y un estilo de vida saludable en general tienen un papel fundamental a la hora de mantener una buena salud, tanto a nivel físico como psicológico. De los muchos beneficios resultantes de unos hábitos de vida saludables, uno de los más importantes es favorecer la prevención de TCA y obesidad. El hecho de que en los últimos años hayan incrementado tanto los casos de estos trastornos han hecho necesario investigar sobre soluciones para reducir y prevenir la incidencia de estos trastornos. La conclusión de las diferentes investigaciones es muy clara: hacer unos hábitos alimentarios saludables y hacer actividad física son las pautas más eficientes a la hora de luchar contra los TCA y la obesidad.

¿En qué consiste un hábito alimentario saludable?

Para hacer un hábito alimentario saludable es recomendable llevar a cabo una alimentación:

  • Variada, que incluya diferentes alimentos de cara a obtener todos los nutrientes que necesitamos. Los nutrientes se dividen en 5 grupos: hidratosn de carbono, proteínas, grasas, vitaminas y minerales. Pero ningún alimento los contiene todos, por eso es muy importante hacer una dieta              variada.
  • Suficiente, ya que debe contener la cantidad necesaria para satisfacer la            demanda de nutrientes del cuerpo.
  • Adaptada. La alimentación debe adaptarse a las necesidades de cada persona. Por ejemplo, un adolescente y una persona mayor tienen necesidades nutricionales diferentes. Un deportista necesita más calorías   que una persona que trabaja sentada en una silla delante de un ordenador.
  • Equilibrada. La manera de conseguirlo es basarse en las indicaciones de la pirámide alimentaria que propone la Generalitat de Catalunya a través de su canal de Salud.

Descarga la pirámide alimentaria en este enlace.

Explicación de la pirámide de la alimentación saludable y su funcionamiento (Generalidad de Cataluña, 2019). Consulta el siguiente enlace.

El hecho de que una alimentación equilibrada tenga forma de pirámide implica que es importante respetar la proporción de los alimentos que hay que ingerir a diario. Así pues, basándonos en la pirámide deberíamos hacer, diariamente:

  • De 4 a 6 raciones de cereales y féculas (pan, arroz, pasta, patata, legumbres …), preferentemente integrales.
  • 5 raciones de frutas y verduras, 3 de frutas y 2 de verduras.
  • De 2 a 4 raciones de leche y derivados (queso, yogur, etcétera …).
  • De 1 a 2 raciones de huevos, pescados, carne blanca, legumbres o frutos secos.
  • De 3 a 6 raciones de aceite y frutos secos.
  • De 4 a 8 vasos de agua.

En el siguiente enlace puede descargar un documento, facilitado por el Canal Salud de la Generalidad de Cataluña, en el que se describe, orientativamente, como debe ser el tamaño de las diferentes raciones de la pirámide alimentaria

Raciones pirámide alimentaria (PDF, 743 KB).

Otras recomendaciones en relación a unos buenos hábitos alimentarios serían:

  • Hacer 5 comidas diarias: 3 principales y 2 adicionales. Las comidas deben complementarse entre ellas y evitar las repeticiones en el mismo día.
  • El desayuno es una comida fundamental en el equilibrio alimentario. Por ello es imprescindible que sea completo e incluya: lácteos, cereales (pan, cereales de desayuno…) y fruta fresca (entera, troceada, zumos naturales…)
  • No olvidar que el pan, la pasta, el arroz, la patata, etc. son básicos.
  • Es muy importante comer diariamente frutas, verduras y hortalizas.
  • Es necesario incluir las legumbres 2-3 veces a la semana.
  • Elegir, siempre que sea posible, el aceite de oliva tanto para cocinar como   para aliñar.
  • Priorizar el agua frente a otras bebidas.
  • Fomentar el sentido crítico hacia los medios de comunicación.

A continuación, mostramos una recopilación de diferentes materiales que favorecen la toma de conciencia sobre cómo se crean los anuncios publicitarios y sobre la necesidad de sustituir el modelo de belleza actual por uno más real y saludable. Desde el famoso vídeo viral que la firma Dove lanzó ya hace unos años hasta la reciente creación en manos del diseñador Nickolay Lamm de la muñeca Lammily, que le hace la competencia a la Barbie desde un cuerpo real, saludable y estético, compartimos con vosotros estos materiales para que sean útiles a la hora de fomentar un sentido crítico hacia los medios de comunicación entre, sobre todo, la población más vulnerable, es decir, niños y adolescentes.

El CAC, la CCMA y la Obra Social «la Caixa» impulsan una campaña para fomentar el espíritu crítico de los jóvenes ante los contenidos perjudiciales en internet.

El objetivo de la campaña, que se enmarca en el programa educación, es alertar a los jóvenes sobre los peligros del ciberacoso, de las fake news, de las amenazas a la privacidad digital y de las adicciones al juego y las apuestas en línea TV3 y Cataluña Radio emitirán spots de la campaña y dedicarán diversos programas e informativos a tratar la manera de abordar los peligros de las nuevas tecnologías. Las emisoras de la Asociación Catalana de Radio también emitirán anuncios de la campaña. En la campaña participan una decena de influencers, que suman más de un millón de seguidores.

VÍDEO PAULA GONU «CUANDO ME OBSESIONÉ DEMASIADO»

Puede echarle un vistazo a nuestro canal de Youtube donde tenemos colgados algunos vídeos cortitos sobre los Trastornos Alimentarios, cómo podemos ayudar, las redes sociales, etc.

Web Kilos de Autoestima