3 marzo, 2023

LA SUPERACIÓN NO TIENE LÍMITES

TCA… tres simples letras que configuran la contundencia de una palabra que describe todo un pasaje propio, ausente de emociones complacientes, donde tiene mucho que decir la percepción de incomprensión, la tristeza, la ira, la frustración, la culpabilidad, el dolor…

Durante un largo período fui la protagonista de este gamberro paraje que conducía a una única dirección que en principio se desconoce, pero que después se revela que comporta un resultado que no va más allá de minimizar la singularidad de la esencia personal.

Con el TCA aprendí la dualidad de las connotaciones negativas y positivas de las experiencias de ese momento y cerrar ese tándem no es nada fácil.

Fijarse en el presente ayuda a deslucir el talante insensible del TCA y, en consecuencia, rehuir la dificultad de permitirse la ocasión de conocer y compartir sus propios sentimientos y emociones. Todo esto se puede lograr. ¡Por supuesto! Es difícil, pero ¡NO IMPOSIBLE!

Si bien, las palabras quedan escritas y quizás pasan a ser leídas, pero haber tropezado con la experiencia de un TCA se traduce en el mérito de la superación, la validez de la aceptación y la firmeza de la estima personal. No soy perfecta, soy yo misma.

 

Natalia Freitas.