20 octubre, 2023

ALEJARME PARA PODER VOLVER A ACERCARME

Hay veces en la vida que hay que tomar decisiones que duelen. Decisiones duras. Decisiones que te hacen daño al principio, pero que sabes que es lo mejor para ti.

Son momentos en la vida en los que te toca mirar dentro de tu ser y conectar contigo mismo. Y al mirar dentro de ti, puede que descubras cosas que están rotas, pequeñas heridas en tu interior que no habías identificado en su momento, pero que ahora, desde otra perspectiva, empiezas a verlas y a comprender que te están haciendo daño. Que necesitas sanar para volver a estar bien.

Y llega el momento más difícil de todos. Ese momento en el que te das cuenta que tienes que alejarte de lugares, personas, cosas… que amas para sanar. Y te da miedo. Te asusta. Te sientes la peor persona del mundo por tener que dar la espalda a todo eso. El qué dirán, el qué pensarán, la culpabilidad y una cantidad infinita de pensamientos negativos inundan tu mente y te hacen dudar.

“¿Lo estaré haciendo bien? ¿Realmente esto es lo que necesito? ¿Y si todo esto es una exageración, una idea descabellada? Mejor vuelvo a como estaba antes e intento solucionarlo de otra forma que no sea mediante la distancia.”

En un intento de no ser “egoísta” vuelves a caer en la trampa y empiezas otra vez a anteponer las necesidades de los demás a las tuyas. Y pasa el tiempo y te das cuenta que no eres capaz de dar un paso adelante sin dar cuatro hacia atrás, todo por no herir a los demás. Tu interior se llena cada día de más y más pequeñas heridas, y al final no puedes más.

Te das cuenta de que lo de ser “egoísta” y pensar en ti no es malo. Es más, si no lo haces, si por una vez no piensas en ti, cada día vas a estar un poquito peor y terminarás haciendo daño a esas personas que no querías hacer daño. Y tomas esa decisión tan dura, que tanto te duele y que sabes que pocos entenderán al principio.

Poner distancia con cosas, personas, lugares…para sanar tu interior nunca es fácil. Y puede que haya gente que en un principio no entienda tu decisión, pero a la larga terminarán dándose cuenta que era algo que tenías que hacer para poder volver a retomar el contacto con aquello de lo que te tuviste que distanciar. Centrarte en ti, en tus necesidades, en tus miedos… trabajar esa parte de ti que has descubierto que estaba herida, cuidarla, mimarla, escucharla y buscar ayuda para sanar.

Y así, solo así, pensando en ti antes que en los demás, enfrentándote a tus miedos, a lo que te hace daño, tomando esa decisión tan dura de alejarte por un tiempo del mundo para centrarte en ti, como conseguirás salir más fuerte y más segura de ti misma de esta situación, y podrás entonces volver a retomar el contacto con aquellas cosas, personas, lugares…que en su día tuviste que apartar de tu vida sin miedo a volver a herirte, convertida en una persona fuerte, decidida, con ganas de vivir y ser feliz.

 

Leire.