Muchas veces nos pasa que algunos lugares, aromas, personas nos rememoran los momentos más oscuros de nuestras vidas, cuando estábamos abrazadas a la enfermedad. Ciegas a lo que nos envolvía a nuestro alrededor. Tememos volver a esos lugares por miedos internos o simplemente por no querer volver a sentir lo vivido o recordar esos momentos oscuros.

Hoy me atreví a volver a un lugar donde temía volver. Pude disfrutar desde la mujer que soy. Sentir el aroma de las calles. La brisa del mar. El sol en mi cara. Las charlas con mis amigas. El almuerzo a la orilla del mar. Los tapeos en el centro. Las risas. Los abrazos.

Me voy plenamente vital. Con una sonrisa en la cara. Me reencontré con las personas, con los lugares que antes había vivido desde la anorexia y HOY la pude vivir desde mi SER AUTÉNTICO sin la mascara de la enfermedad. 

SE PUEDE VOLVER A ESOS LUGARES QUE FUERON OSCUROS EN SU MOMENTO, PERO HOY ESTÁN PLENOS DE LUZ. TODO ESTÁ DENTRO NUESTRO. Y TENEMOS EL POTENCIAL ABSOLUTO DE ELEGIR CÓMO VIVIR ESTA EXISTENCIA. 

VOLVER A ESTE LUGAR ME AYUDO A CONFIRMAR LO MUCHO QUE TE CIEGA Y TE LIMITA LA ENFERMEDAD. SOLTARLA NO TIENE PRECIO ALGUNO Y SE PUEDE MAS ALLÁ DE LOS AÑOS QUE ESTUVO CONTIGO. 

Con amor,

Katia