Después de la tormenta llega la calma, dicen.

Quizás sea una simple frase, o quizás tenga mucha realidad oculta para muchas personas. Lo importante es estar bien rodeado tanto en la tormenta como en la calma.

Cuando se sufre un TCA, vives en un mundo paralelo a la realidad y esa realidad es más tormenta que calma y no encuentras manera de poder compartir paraguas con nadie para no mojarte. Pedir ayuda es casi una opción impensable en esos momentos, pero poco a poco ves que sola no puedes salir de ese diluvio.

Después de salir del diluvio y estar en calma, te das cuenta de que es un duelo, del cual puedes aprender a no rendirte y decir »YO PUEDO», cuando llegas a ese límite te das cuenta de que si no eres tú, habrá alguien que te dirá »PUEDES».

No te quedes sola/o. Diré una frase muy típica pero real:, no es todo oro lo que reluce. Las redes sociales han mitificado la realidad de las personas y parece que todo es un cuento de hadas, sin embargo, todas las personas pasamos tormentas, sea por un motivo u otro. Por ello, no tengas miedo a necesitar esa ayuda y a necesitar que alguien te escuche y esté a tu lado, porque todos tenemos esos procesos, y todos necesitamos ese »PUEDES», sea por el chubasco que sea.

Victòria.